30 de octubre de 2006

"Estas vísperas son las de después..."

Hoy es 30 de Octubre. Mañana nací, hace 36 años... amanecía cuando mi madre estaba con los dolores de parto. Cuentan que el sol comenzaba a brillar cuando lloré por primera vez. A pesar de los tréboles de cuatro hojas y de los soles que me desearon para de ahí en adelante, he vuelto a llorar muchas veces...

Mi madre me parió en la casa en la que hoy sigue viviendo. La pieza en que nací, ahora está a punto de caerse, llena de cachivaches cubiertos de polvo. Mi primer llanto yace ahí, en las grietas de esos muros viejos y descoloridos. También el llanto de mis ocho hermanos sigue rebotando en esas paredes, pues la madre nunca supo de hospitales ni de médicos; pero sí de parteras generosas, mujeres valientes como ella, que conocían muy bien el dolor de ser mujer, por haber parido todos los hijos la vida les envió.

Me gustaría volver a la semilla, como en el cuento. Me gustaría, esta noche de vigilia, volver a la panza de mi madre y mañana nacer de nuevo, aunque tenga que llorar otra vez... pero después de 36 años, sabría, al menos, la razón del llanto.

Postdata: El título se lo pedí prestado a Joaquín... Sabina.

2 comentarios:

licanc00 dijo...

Feliz cumpleaños, así sin tiempo ni espacio.
Me gustó esa evocación hacia lo materno.... quizás porque no tengo sentido de pertenencia al útero, un apátrida matricial, parto de la memoria del yo, antes que de la memoria gestacional.
Te acompaño desde este estadio, escuchando a utada hiakru, recogiendo eclécticamente los pedazos del hoy.... quizás la tentanción de rasgar las grietas de lo que no fue desaparecieron; me fui y volví, y supe que nada es igual.
No se porque no puedo escribirte en fácil y bonito. Sólo quería darte un saludo y la hebra de uno de mis tantos nidos virtuales. Habrás descubierto algún otro?

Anónimo dijo...

no quiero que estes mas triste...no me gusta verte asi con los ojitos vidriosos, centelleantes, que apenas te pinchen reventaran...no me gusta...aunque te den un brillo y un aire especial, preferiria una sonrisa igual de brillante de centelleante que tus ojos no dejen resbalar mas que sonrisas.