"Estas vísperas son las de después..."
Hoy es 30 de Octubre. Mañana nací, hace 36 años... amanecía cuando mi madre estaba con los dolores de parto. Cuentan que el sol comenzaba a brillar cuando lloré por primera vez. A pesar de los tréboles de cuatro hojas y de los soles que me desearon para de ahí en adelante, he vuelto a llorar muchas veces...
Mi madre me parió en la casa en la que hoy sigue viviendo. La pieza en que nací, ahora está a punto de caerse, llena de cachivaches cubiertos de polvo. Mi primer llanto yace ahí, en las grietas de esos muros viejos y descoloridos. También el llanto de mis ocho hermanos sigue rebotando en esas paredes, pues la madre nunca supo de hospitales ni de médicos; pero sí de parteras generosas, mujeres valientes como ella, que conocían muy bien el dolor de ser mujer, por haber parido todos los hijos la vida les envió.
Me gustaría volver a la semilla, como en el cuento. Me gustaría, esta noche de vigilia, volver a la panza de mi madre y mañana nacer de nuevo, aunque tenga que llorar otra vez... pero después de 36 años, sabría, al menos, la razón del llanto.
Postdata: El título se lo pedí prestado a Joaquín... Sabina.
Hoy es 30 de Octubre. Mañana nací, hace 36 años... amanecía cuando mi madre estaba con los dolores de parto. Cuentan que el sol comenzaba a brillar cuando lloré por primera vez. A pesar de los tréboles de cuatro hojas y de los soles que me desearon para de ahí en adelante, he vuelto a llorar muchas veces...
Mi madre me parió en la casa en la que hoy sigue viviendo. La pieza en que nací, ahora está a punto de caerse, llena de cachivaches cubiertos de polvo. Mi primer llanto yace ahí, en las grietas de esos muros viejos y descoloridos. También el llanto de mis ocho hermanos sigue rebotando en esas paredes, pues la madre nunca supo de hospitales ni de médicos; pero sí de parteras generosas, mujeres valientes como ella, que conocían muy bien el dolor de ser mujer, por haber parido todos los hijos la vida les envió.
Me gustaría volver a la semilla, como en el cuento. Me gustaría, esta noche de vigilia, volver a la panza de mi madre y mañana nacer de nuevo, aunque tenga que llorar otra vez... pero después de 36 años, sabría, al menos, la razón del llanto.
Postdata: El título se lo pedí prestado a Joaquín... Sabina.