11 de agosto de 2011

Al amanecer se irán los amantes…


… atravesando una ciudad aún vacía y sin sol, encontrándose en su huida con otros amantes que, como él, han abandonado en una cama tibia un cuerpo dormido. Y se saludan, sin saludarse, los amantes, y continúan su camino, trazando el mapa clandestino de los amores inciertos por una ciudad aún vacía y sin sol.
Algunos sonríen por dentro, pues saben que pronto volverán al placer de deshacer la cama y de enredarse las sábanas entre las piernas. Otros, sin embargo, no tendrán la suerte de un regreso, aquéllos que, como él, se vistieron con sigilo, para que no se despertara quien dormía, y se pusieron los zapatos esperando el ascensor.
… como él, que pareciera que camina descalzo por el pavimento húmedo y frío, con los zapatos colgando de una mano, balanceándose sin rumbo… como la pena de los amantes que no vuelven más.




2 comentarios:

Beauséant dijo...

es una sensación extraña, es cierto, sintiéndote mitad estúpido mitad liberado, deseando caer de bruces en la rutina diaria y el no pensar...

Edurne dijo...

Es que esto de los amores clandestinos...

Imagino el frío, lo gris, la tristeza, lo inseguro... leyendo tu relato.

Un super abrazote, profe!
;)