Nos lamentamos, hipócritas, de no haberlo visto venir, como si ese último año no hubiese tenido
cuatro inviernos y la lluvia no hubiera desteñido las casas y socavado los
cimientos del pueblo. Cuando hicimos el teatro de que nos habíamos dado cuenta
de la inminencia de la catástrofe, la humedad ya había alcanzado el colchón y
resquebrajado las costillas de la cama. Entonces culpamos del frío al
calentamiento global.
2 comentarios:
el ser humano nunca es culpable de nada. Creo los dioses, y cuando estos se negaron a hacernos caso, crearon los demonios... cualquier cosa con tal de no ser responsables de sus actos.
Es mejor hacerse el loco, como que no se ve venir la catástrofe...
Y luego así nos va como nos va, claro!
Tus micros son como dardos, lo sabías?
Abrazotesssss!
;)
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