En la pantalla, un texto que
mis ojos se resisten a leer. En mi oreja izquierda suena una canción en inglés
que me traslada a paisajes que no conozco… playas desiertas, mañanas de
invierno y un corazón desabrigado. Un piano que se desgrana y una voz que me
susurra que estaríamos mejor en otra
parte, lejos, muy lejos. Llueve en el recoveco de mi oreja izquierda y hace
frío debajo de los escritorios y sobre los teclados, aunque afuera el sol proclame
el advenimiento del verano.
Y, al contrario de lo que
dice el texto que corrijo, este lunes necesita ventilación asistida.
El eco de la última nota
queda resonando en el limbo de las horas muertas…
2 comentarios:
siempre estamos mejor en otra parte, así de complicados somos :)
Vemntilación asistida...
Me lo copio, jajajaja!
La verdad es que sí, que cuando podemos ejercer ese don de estar y no estar, de ahora aquí mientras estoy allí...
Como dice Beauséant, nunca estamos contentos, hemos de complicarnos...
Y yo que me había despistado de estas entradas tuyas...! Bueno, ya sé, últimamente me pasan cosas raras y el tiempo se me atasca o se me acelera o me deja plantada... ya no sé!
Abrazotes, eso sí, siempre!
;)
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