27 de noviembre de 2006

Perro huacho

El perro huacho
no siempre recuerda la mezcla que tiene.
El oficio diario de recorrer caminos
le hace olvidar su(s) raza(s).

Por esencia es un quiltro callejero
le gusta viajar y traer cosas de todos lados.
Las más coloridas le llaman la atención
incluso hasta los ceniceros aun cuando no fuma.

Pero seguro no recuerda
la fuerza del Rottweiler que lleva.
Olvida que de sus antepasados le viene la altura del Gran Danés
porque se siente a veces tan pequeñito como un Salchicha.

Será porque ve todo en blanco y negro
que a veces no ve su estirpe de Pastor Alemán?
Será que la calle le come la memoria
y no recuerda la nobleza del Labrador que lleva?

Lo que más me preocupa
es que olvide a su Cocker Spaniel.
Que se olvide de jugar
o que no quiera dejarse querer por los otros quiltros que ha conocido.

(Este poema fue uno de los regalos de cumpleaño más bellos que he recibido a lo largo de mis 36... Y nada, quería compartirlo con aquéllos que de tanto en tanto vagan por aquí. A la amiga que me lo regaló... mil gracias).

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