El Himno del Desencanto
Pasaremos por este mundo con más pena que gloria. No habremos peleado ninguna batalla más que la propia, cotidiana y absurda… como si no hubiese habido nada por qué pelear. Como si lo tuviésemos todo ganado. Porque parece que somos libres… porque parece que somos felices.
Pasaremos por este mundo con más pena que gloria. No habremos peleado ninguna batalla más que la propia, cotidiana y absurda… como si no hubiese habido nada por qué pelear. Como si lo tuviésemos todo ganado. Porque parece que somos libres… porque parece que somos felices.
.
.
.
16 comentarios:
mmmmh "pasaremos" me suena a manada!!! no voy ;)
un abrazo
Quizás por haber peleado la batalla propia sea más la gloria que la pena.
A veces todo parece distinto según el ángulo.
Abrazos.
Estoy con Ybris: la batalla propia es la más dura de las batallas; ganarla es una ardua tarea, y podemos conseguirlo venciendo las pequeñas dificultades de cada día.
Y no, no habremos pasado por aquí con más pena que gloria: ninguno de nosotros!
Una abraçada des de Berlin.
nunca me canso de pasar por aqui,
saludos!
Laura Garate
Ojalá escribieras más.
Lo peor es que se nota y cuando parece que somos felices, al final se ve que no es de verdad.
Saludos.
José Roberto Coppola
Hola, cuesta tanto intentar derrotar a la propia resistencia que apenas quedan fuerzas para buscar otra batalla...
la libertad y la felicidad son sensaciones tan abstractas y subjetivas que es difícil asegurar que se han conseguido o no...
un saludo
Rosa.-
Eso, parece... a veces, tan sólo lo parece!
Besos!
Ganamos la batalla cuando descubrimos lo trascendental.
Un gran saludo.
La única que gana con esto, es la Muerte.
Un abrazo.
Santiago.
Tanta lucha, tanta pena, y algunas glorias.
Suficiente para seguir en primera línea. No me canso.
Abrazos desde el frente.
ojala fuesemos libres, al menos, esa liebrtad dura el agape de un atardecer
lo parecemos porque, casi todos, hemos caído en la trampa de la autocomplacencia, del decir, no, si yo aquí estoy bien..
si de verdad nos mirásemos al espejo con objetividad nunca diríamos que somos felices, como mucho que estamos en camino...
Pues si que es un canto al desencanto.
Yo no aspiro a más, que pelear cada día por lo que quiero, aunque a veces no lo consiga. No dejaremos marca en este mundo más allá del que se quede en las personas que nos conocieron en lo cotidiano. Hay algo importante en eso no?
Saludos
Parecen tantas cosas... Y perdemos el tiempo en buscar lo que no queremos y en perder lo que sí nos sirve. Sin pena ni gloria, tú lo has dicho. Y paradójicamente nunca lo vamos a aceptar y vamos a seguir buscando lo innecesario y tirando lo que nos resulta útil.
Un gran abrazo!
después de todo, la vida del hombre es una lucha por la vida.
un gran abrazo mi amigo.
Y sin darme cuenta vuelvo a comentar el mismo post. Es que somos tan egoístas a veces. Como si no hubiera cosas de las que ocuparse, como si no hubieran muertes por negligencia, violencia, crímenes de lesa humanidad... Y ya ves... Acá estamos preocupándonos por las absurdas cotidianidades, por un grano en la cara, o por el rollo en la panza, intentando evitar la cara de la vecina a la vuelta de la panadería, etc.
Estoy triste.
Un abrazo, Tristancio.
Publicar un comentario