31 de agosto de 2010

Debut

Nervioso, desenfundó el violín y para tranquilizarse ensayó algunas notas. Era su primer concierto como solista y, a decir verdad, ni el escenario ni la acústica ni el público eran lo que él había soñado para su debut. Pero no iba a echar pie atrás. No, no le daría la razón a su padre en eso de que los músicos eran unos muertos de hambre. Y así, desenfundando también su orgullo, cerró los ojos, respiró hondo y atacó. Comenzó con Karelia, porque Sibelius le hacía olvidarse del mundo. Luego, con Rachmanivov y su Vocalise, se fue perdiendo en su propia música, y se vio tocando, como si fuera otro, en desiertos y valles desconocidos, en montañas ignoradas, solo… completamente solo. De pronto, un sonido ajeno le hizo regresar, de sabe Dios qué territorios, a la tierra. Era el sonido de las primeras monedas que comenzaban a caer en el estuche del violín, que él había dejado como abandonado en el pasillo del metro.

Entonces, las emprendió con Por una cabeza para el deleite del público pasajero.



11 comentarios:

Edurne dijo...

Qué le voy a decir don profe, qué le voy a decir...!

Yo siempre me quedo con la boca abierta y me descubro ante esta capacidad para sintetizar tanto en tan poco; y que nada chirríe, nada falte, todo quede dicho...

Usted se está volviendo un artista, un virtuoso del cuento corto.
Ay, que le va a tener envidia hasta el propio Monterroso!

Y qué pena, oiga, tener que debutar así, en los pasillos de un metro cualquiera, sabiendo que nadie (casi nadie), va a pararse a escuchar atentamente, a deleitarse con esas notas mágicas...
La vida está llena de decepciones, pero, en este caso, la música es su compañera, y poder transportarse a otros escenarios gracias a ella... todo un privilegio!

Y que ahí le va este super abrazo orillero!

(Mañana empieza el nuevo curso escolar aquí, ayyyys!)
;)

ybris dijo...

Queda estupendamente reflejada esa actuación.
Lo importante es el orgullo de expresar lo que se siente.
El público se nos da por añadidura.

Un abrazo.

Hans dijo...

Bravo, bravo, bravissimo...
Primero por tan maravilloso relato.
Que forma de resaltar a esos "anonimos" que estan por todos lados, alrededor nuestro y que, muchas veces, ni siquiera los miramos.

Segundo... ahí estaba yo, en el momento cuando te dicen... "Con esto no vas a ser nadie en la vida"

Que hermosura de relato profe... me toco la fibra sensible del alma con tan pocas lineas...
Un abrazo grande!

Beauséant dijo...

al final queda en pie el orgullo, a veces sujetando un estandarte, otras empuñando un violín...

Bolero dijo...

No empezó con piezas faciles, todo un atrevimiento y un hombre con mucha fe en si mismo
Da gusto leerte tan breve y tan comprensible siempre

muakkk

Castigadora dijo...

Menuda actuación la del músico y la tuya... Yo también me deslicé a esos desiertos cuando leo algo así... No es mala la audiencia sino la falta de ella... tocar es lo que debe hacer un músico, tocar no importa dónde ni como... solo tocar.

Un beso y un aplauso.

Diego dijo...

Muy crudo. Me hizo recordar a un violinista que tocaba en la calle Florida, en Buenos Aires. Yo solía pasar por allí todos los días y conocía a los músicos callejeros, por lo tanto lo vi en su debut. Me acuerdo que tocaba Mozart. Ese mismo día en que me paré a escucharlo, una chica también indigente empezó a bailar. No tenía arte, tan solo se dejaba llevar por la música. Al principio el violinista la miró como diciéndole que estaba arruinando su pieza. Luego la aceptó. No sé si compartieron las monedas. Un abrazo.

Caótica dijo...

Uhm me gustó mucho tu blog, es muy original :)
Y la estética es tranquilizadora

Javier dijo...

Acá algunos tocan tango, otros jazz, otros folklore, pero todos me tocan el alma de alguna manera u otra cuando camino por el subte. Soy bastante poco agradecido, y raramente dejo alguna moneda. Dios me perdone.

Un abrazo, Tristancio.

Bolero dijo...

Pq creemos q es infeliz??
eN Ny conocí a un compositor, tovaba el violín como dios ( con minúsculas recuerda q no existe es una expresión jeje)
Yo soy de naturaleza llorona,mu llorona y lloré, recuerdo q mientras le escuchaba mis lágrimas resbalaron
Yo saqué un billete de 20 dolares creo y lo deposite en el estuche de su violín
Se levantó y me los devolvió en inglés me dijo q me invitaba aun café

Luego supe q era un afamado violinista que hace esto de vez en cuando
Tomé un café con un músico del metro y fuimos felices
Me encanta Ny y, me encanta como escribes
Si no te imprta te hago un enlace en mi facebook, no se si tienes pero si lo tienes dímelo por fi
Un beso de esos
Muakkkkkkkk

Sophia dijo...

SOy Bolero pero también soy Sophia
te dejo un enlace, no seas muy dura, yo no soy escritora, vuelco mis cositas en un blog simplemente
Ni lo soy ni pretendo serlo, sé cuál es mi posición en este planeta jejej

te agradeceria las críticas
Un beso de esos