21 de noviembre de 2007

El Apocalipsis según Santiago (2)

...la puta casualidad fue la que se encargó de aquel encuentro.

En una ciudad de millones de habitantes (ya no sé cuántos somos), dos que se conocen, se encuentran. Uno de ellos va aceleradísimo, hablando por teléfono, seguramente atrasado a alguna cita; el otro, simplemente vaga (porque no sabía, en realidad, qué más hacer). Se ven, repentinamente. El desaforado latir de las venas de la ciudad hace que no se reconozcan, casi. Sin embargo, se reconocen. Un confuso "hola", un beso torpe, un gesto indefinido (como de desconcierto), y una o dos miradas (las de ellos), que se pierden en medio de los infinitos mapas cotidianos. De fondo, gritos metálicos (las micros todavía eran amarillas).
...
Las miradas se perdieron (sin remedio).
...

La puta casualidad nunca fue tan puta... (los seres que se habían encontrado, nunca más volvieron a encontrarse).

14 comentarios:

ybris dijo...

Debe ser el destino de la mayoría de los encuentros: el no volver a encontrarse.
Menos mal que siempre quedan algunos que se repiten como excepción

Abrazos

Leuma dijo...

Quizá sirvió el encuentro para afianzarse en la idea previa y tener certeza, ¿Siguen los perros por ahí en esta segunda parte?

un abrazo

¿Te he dicho alguna vez que el diseño de tu blgo y el del mío son iguales?:P

Fox Raider dijo...

el destino, que destino? algunos dicen que tenemos el destino escrito, yo voy por ellos, todo pasa pro algo, y quizas esos dos se volveran a encontrar en algun lado de nuevo y todo al revez... el que vaga apurado a una cita y el que hablaba vagando por que le fue mal en la cita que tubo anteriormente....


saludos tristancio señor de los perros....

eSadElBlOg dijo...

a veces no hace falta reconocerse, con conocerse es más que suficiente.

Anónimo dijo...

Las ciudades son centro de poder, centros magicos. Miles de vidas abiertas, vertiginosas, entre las nuevas cuevas de hormigón, declinando, buscando, olvidando. ¡Oh, ciudad, escóndeme con tu manto de hierro y polución, aunque tu tributo sea la muerte lenta!

femmeicthys dijo...

que triste, a veces quisiera que esos encuentros (duran tan poco y se recuerdan tantas veces)nos llevaran a la animacion suspendida, pero al tiempo le importa un carajo las necesidades humanas.
Primera visita al post, me hiciste pensar...
si lo permites vengo frecuentemente.
Saludos desde mex.

Manuel dijo...

Espero que no quede en la tinta de la ficción... Siempre me he preguntado qué habría sucedido si me hubiese atrevido a dar el paso y cazar a tantas miradas que me cautivaron en el metro, la calle, la micro, el tren, la plaza... el amor parece ser sólo para valientes!...
Saludines!!

Paz dijo...

la palabra micro ha quedado marcada en mi memoria.
Ahora sé además que hubo un tiempo en que fueron amarillas.

Dos que se conocen no se encuentran, se buscan sin saberlo.
No estoy muy segura de lo que acabo de decir, pero queda bonito....
:P



abrazo desde el frío que no me hace falta imaginar.

adictaacruzarenrojo dijo...

Puto destino quizás...
Un beso rojo y un abrazo

chuliMa dijo...

¿y si?

Mejor olvidar

besos bailarines

doidao dijo...

hola profe, gueno , no tengo mucho k comentar del su ultimo texto ee me dejo,pensando en que soy piti y casi nunca saludos por que nno veo,a siertas horas
eso
adios

a mi texto esta en mi blog,..


adios
Hugo

Anónimo dijo...

TE LEO, Y TE QUIERO...

SIEMPRE...

SIMPLEMENTE...

Anónimo dijo...

fui yo la lorena....no salio mi nombre, pero ya lo sabes

Anónimo dijo...

A veces uno se encuentra con quién debe olvidar... Duele, sí, duele. Pero siempre hay un consuelo.
Te quiero Mucho