23 de octubre de 2008

Suspiro limeño

-Buenos días, mi niño.

Dejó la bandeja con el desayuno en el velador. Subió la persiana y la habitación se llenó con las primeras luces del domingo. El pequeño se revolvió en la cama y sonrió.

-¿Cómo amaneció, mi niño?

Ella besó su frente y se despidió hasta la noche.

La micro la dejó en la estación Escuela Militar. En Baquedano hizo la combinación hacia Plaza de Armas, donde se bajó. En Catedral con Puente saludó a sus amigas sin detenerse. Se dirigió al centro de llamados, intercambió algunas palabras con el encargado, marcó el código 51-1…

Al otro lado, una mano pequeña descolgó el aparato…

-Buenos días, mi niño, ¿cómo amaneció…?


(Dedicado a las inmigrantes peruanas, que dejan a sus hijos en su país, para venir a Chile a cuidar hijos ajenos).



23 comentarios:

Diego dijo...

Impresionante. Un trozo de vida, como decían antes. Aunque mejor, un trozo de tragedia. Un abrazo.

ybris dijo...

Precioso y emocionante suspiro.

Un placer leerlo así.

Un abrazo.

Edurne dijo...

JOLÍN! y yo que recién amanezco... este retazo de vida ajena, de vida casi sin ser vida... me ha emocionado!
Vuelvo en otro rato.
Ahora, un super abrazo.
Genial, para no variar!

Vintage dijo...

Dedicado a todas esas madres q veo en la ciudad q habito, esas madres q cuidan hijos ajenos en paises ajenos, en brazos humanos, que dejan a los suyos sin abrazos maternales, sin besos en la frente y sin q nadie les seque las lágrimas
Pq si dios existe, q mal lo hace

Precioso tristancio, precioso y en nombre de esas mujeres gracias por acordarte de ellas

muakkkkkkkkkkkkkkk

Nacho Hevia dijo...

hermoso y delicado...
felicidades...

Edurne dijo...

Es que yo sabía que me recordaba a algo y, nada más comentarte esta mañana salía yo para la escuela y zassss! Ahí ha sido que he visto tu relatito plasmado!
Todas las mañanas, a la misma hora, en el mismo tramo, me encuentro con una mujer pequeña, peruana, ecuatoriana o boliviana... llevando de la mano a un niño blanquito y bien rubito, que le va contando mil y una cosas, mientras ella asiente y sonríe...
Eso, eso era lo que tú querías contarnos!
Otro super abrazo, amigo!

Ferran Porta dijo...

Melancólico, triste, emotivo... me ha gustado mucho, a pesar del peso de las palabras y a pesar, también, de las expresiones que le suponemos a esa/s madre/s.

Una abraçada des de Berlin.

Anónimo dijo...

Lo has contado con tanta belleza... pero con igual realismo...
una situación que vemos en todas las esquinas.
Saludos,
Lau

Nico dijo...

Como que me dio un poco de pena =(

Ando nostálgico...

Muy bueno, creo que ya lo había leido... =P Un besote...

Myriam M dijo...

¿Viste Paris je t'aime? Si no, hazlo...el corto sobre el distrito 16 presenta una historia parecida... por desgracia para estas madres migrantes es el pan de cada día...

ÁlvaroHerrera dijo...

directo y sencillo
conmovedor

Sergio Saavedra Rivera dijo...

Insisto, siempre me sorprende cómo logras contar una historia en tan corto espacio... Además que provoca emociones esos juegos de palabras con tanto tras de sí... Una realidad dura esa de la búsqueda de la felicidad en otros lares... que si no lo sabré yo...
Saludos

Castigadora dijo...

Que grande puede llegar a ser un pequeño relato.

Besos

Erica Nicolás dijo...

Sin palabras, simplemente me ha encantado (a pesar de su crueldad)

Isaboh

sb dijo...

siempre me sorprende la fuerza de esas personas, supervivientes puros capaces de cargar sobre sus espaldas el peso de toda una vida sin un reproche.bonita historia (o comienzo de historia).

Santiago Paz dijo...

Yo vivo donde hay una gran cantidad de inmigrantes, sobretodo de Perú y Colombia. Sé, porque tengo puesto privilegiado, cómo pueden vivir y cuánto los seres queridos de ellos se extrañan más.

Una fotografía a la realidad de estos días.


Un abrazo.


atte:
Paz

Bito dijo...

Vaya... pues sin tu explicación final este no le hubiera entendido.

Torpe que es uno.

Danelí dijo...

ejem
debería jactarme de haber sido una de las primeras personas en leerlo, jojojo
pero mejor te digo y te repito que envidio la prosa de tu mano, lalala

un saludo desde el sur en primavera con lluvia (por lo tanto, también con refrío)
abrazoo

ele de lauk dijo...

Triste , sacrificada , dura , la vida de esas madres que no tienen tiempo para lágrimas . Quizás ambos niños tengan poca mamá . Pero el lejano debe hacerse hombre pronto , ahogar las penas y olvidar los mimos .
Pocas palabras , mucha emoción en este cuento corto de formato limpio y estilo contundente .

Un abrazo .

Javier dijo...

Rescatas esos humos que son casi viento y que dejamos pasar mientras se escapa el olor a vida, lo haces tan sencillamente y con tal naturalidad que no puedo mas que felicitarte,

Tu blog me llena con algo que aun no se como definir.

Te dejo un gran abrazo,

chuliMa dijo...

Oh¡ Que jodia la vida de muchos.

Haciendo emotivo el corto...

Besoss

Haldar dijo...

Hermoso! asi nada mas...

Sonita dijo...

qué hermosa dedicatoria.
lindo.
un dulce saludo.