30 de enero de 2009

El amor no existe, María…

Es que no naciste para puta, María, por más que trates… Te dije que con ese corazón tuyo tan debilucho no llegarías ni a la esquina, que es donde se paran las putas a esperar a sus clientes. Si, ya sé que una vez te dije que el amor estaba a la vuelta de la esquina. Te mentí, María, y te pido perdón por eso. A la vuelta de la esquina, y en la esquina, sólo hay sexo. Sí, María, también recuerdo que me dijiste, en el colmo de tu soledad, que si no había amor, al menos aprovecharías la esquina para follar con quien estuviera disponible (que no son pocos). Que un buen revolcón no le viene mal a nadie, me dijiste. Y me mostraste una sonrisa canchera que no te comprabas ni tú, tú menos que nadie. Y ves, María, como yo tenía razón. Que ese corazón tuyo no tiene vocación de puto. Y tú, venga con que sí, que ya estabas harta de ser buena, que entre buena y estúpida no había diferencia. Pero quien nació para buena, o estúpida si quieres, no tiene mucho que hacer, María, sino asumirse en su condición de buena-idiota. Sí, no te enojes porque me río de los argumentos que me invento para convencerte. Bueno, vale, que ya es tarde, que ahora sólo tengo que vendarte ese corazón tuyo que viene de perder todas las batallas. Tampoco tienes que ser tan trágica, María, que estás malherida, pero vivita, y no te imaginas la de batallas que nos quedan por perder. Bah, deja que me ría de las desgracias nuestras, que las tuyas son mías y las mías tuyas. Dime que no parecemos dos putas en decadencia que recuerdan sus buenos tiempos. ¿Qué tú y yo no tuvimos mejores tiempos? Bueno, tampoco fuimos putas, que tu incursión en el rubro no llega ni a la categoría de aficionada. Es que estás imposible, María, vaya, si yo sólo quiero que sonrías un poco. ¿Qué como lo hago yo para no sufrir? Es que sufro igual, ¿sabes?, pero por otras razones. Razones existenciales, como diría ese amigo mío medio filósofo, o “insistenciales”, según mi versión de la teoría, por eso de insistir en vivir, que no es tan malo después de todo. Pero me estoy yendo del tema, como siempre. Ya, y a propósito de insistir, por esta noche no voy a seguir tratando de animarte, que bien sé que cuando uno está así, ni dios en persona con toda su corte celestial es capaz de convencerte de que no porque el amor te sea esquivo tienes que dejar de creer que esté en alguna parte. Que ese tema te da escozor. ¿Te dije o no te dije que los amores de una noche no son amores ni nada que se le parezca? Vale, que no te estoy riñendo. Te estoy vendando el corazón, que es lo único que se puede hacer ahora, y menos mal que me tienes a mí, María, que si no, te desangras… ¿Qué te pidió el teléfono? ¿Y qué hay con eso? Que con tal de acostarse contigo te habría pedido la mano si es preciso. No se hable más, y aunque me odies, ya no te dejo volver a salir a buscar sexo, que tú, a la primera de piel, al primer indicio de ternura ya sucumbes y crees otra vez que el amor existe. ¿Qué me contradigo? Eso siempre. Que lo que tú buscas es que te follen el alma, María, y eso, los forasteros no saben hacerlo…
Pero si ya me preguntaste eso, María. Bueno, te lo repito, no es que no sufra… cuando entendí que el amor existía, pero que no era bueno, guardé el corazón en el velador… (y no te imaginas cuánto sufre un corazón guardado). ¿Qué por qué te soporto? ¿Es necesario volver a hablar de eso? Sabes que me moriré vendándote el corazón. Porque fui tu primer mal… porque dejé que te enamoraras de mí, cuando la vida ya sabía que se había equivocado… María.

26 comentarios:

Nico dijo...

Me gustó me gustó :rur:
Hubo algunas frases en particular que me gustaron mucho. :D

Saludos Fantasma...
Un besote!

Fernando García-Lima dijo...

Me quedo con las teorías insistenciales... Lo utilizaré con tu permiso :-)

Un abrazo

Myriam M dijo...

Que lo que tú buscas es que te follen el alma, María, y eso, los forasteros no saben hacerlo…

Ni los forasteros ni casi nadie, apuntaría yo,

buena cadencia, el texto resbala solo

una abraçada,

Lilith

Diego dijo...

También me gustó esa frase que cita Lilith. Y toda la problématica "esquinera" es genial. Una que piensa que la literatura no existe, otro que es el amor el que no existe... Van quedando cada vez menos realidades. Un abrazo.

ybris dijo...

Los buenos están condenados a no poder ser malos.
Nunca encontrarán quien les folle el alma fuera de quien está tan cerca que la conoce.
Espléndido relato.

Un abrazo.

Castigadora dijo...

Me he parado a leerlo un par de veces. De verdad me sorprendió este post. Me dejó triste, pero a la vez contenta. Porque refleja que aun hay gente dispuesta a creer en el amor después de haber sufrido mucho, y otra que se rindió hace tiempo, porque no encontró lo que buscaba.
La frase que recogen los demás blogger es genial.
Besos

sb dijo...

es una pena que la única forma de no sufrir sea guardar el corazón en el congelador :)

Ipnauj dijo...

Este relato es capaz de abrir el cajón del velador.

Un gran sludo.

Diego dijo...

Que aproveches tus vacaciones para descansar y crear. Un abrazo.

Edurne dijo...

Ayyy, que se abran todos los veladores, por favor, que se abran y salgan volando todos los corazones allí guardados!

Mucho sentimiento, demasiado!

Unos besotes!

Santiago Paz dijo...

En todo el texto, por más que el personaje hable de que el amor no existe, se le sale hasta la última letra eso mismo que dice que no existe. Le brota de cada negación; cada argumento en que se apoya la teoría de que el amor es una soberana mierda. tal vez este texto habla de ese "amor malo".

Me gustó. Aunque hay que tener los ojos bien curtidos para leerlo, porque no es fácil de seguir.


Un abrazo, profe.



Santiago

Marta Faixedas dijo...

institir en perdre batalles contra els errors de la vida i els propis...

procurant no desistir...

fins aviat!

O_o dijo...

Que lo que tú buscas es que te follen el alma, María, y eso, los forasteros no saben hacerlo…

ay ay ay, amigo. tus letras son afiladas. te las agradezco.

Vintage dijo...

Que cadencia, q lentitud, q ritmo más bonito

No, hay tan pocos q te follen el alma, vamos q anduve buscando cual puta y en ello estoy, pero no desisto

Pero, tú q le hiciste daño, sabiendo q lo ibas hacer ahora sigue vendándole el corazón pq no te queda otra amigo
Otros ni se atreven a tocarlo, sabiendo q lo hicieron mal, no mal, requetemal

me gustasssssssssssssssss
muakkkkkkkkkkkkkkkkkk

Manuel dijo...

María podría tener una segunda parte, una oportunidad para desbordar su propio cuerpo, despegar de su santidad, asperjada coon alcohol bendito. Me inspira María. ¿No tendremos todos un poco de su sabor en nuestra piel?

Maricruz dijo...

Nunca podrá asumir que se enamoró de otra mujer, la que le venda el corazón. Es eso ¿no? Me ha emocionado.

Encantada de leerte

K. dijo...

El Amor ha muerto.
Larga vida al amor.

Noelia A dijo...

Bárbaro el cuento, che, genial. Buena forma de dejar discurrir las letras.
saludos

César Ravanal dijo...

"Que lo que tú buscas es que te follen el alma, María, y eso, los forasteros no saben hacerlo…"






amé esa frase




mucha gente kiere que le follen el alma pero puta q lo disfrazan... es como cuando en una disco miras 2 weones q se miran cachondamente, así so so so hot.. se miran, se acercan, se tocan, se besan... too super cachondo.. pasa un rato y son 2 ovejas q casi lloran x la felicidad de haberse encontradooo


pff

saludos
me gusta leerte
no lo hago muy seguido pq soy medio egolatra, y prefiero escribir q leer pero lo tuyo siempre me gusta

Nelson dijo...

No cualquiera puede llegar a ser puta.

Iris dijo...

Qué discurso tan tierno... es que parece que con una palabra tan fuerte es ambiguo decir que es tierno. Me gusta el uso de la segunda persona en que está narrado, le agrega intimismo. Buen relato. Chao

Anónimo dijo...

Me ha dejado triste desde que lo leí, porque es tan de "mina", ¿porque siempre tenemos que enrollarnos tanto? ufff
un abrazo

Pd: he releido este y el anterior, están unidos de alguna forma más bien trágica y desilusionada, mmmhhhh

* dijo...

teorías insistenciales...jej, si sabré de esas.

me quedo con esta frase:
Que lo que tú buscas es que te follen el alma, María, y eso, los forasteros no saben hacerlo…

muy bueno

eSadElBlOg dijo...

...que no, que el amor no existe, Maria...

Laluz dijo...

Será que me llamo María. Que tengo el corazón vendado. Que ultimamente el amor no deja más que darme largas y aún así me resisto a dejar de creer en él. Será que falta una hora para la medianoche, cuando todos los gatos son pardos y caminan por los tejados buscando quien les abra la puerta.
Será por eso que me gustó tanto.

Anónimo dijo...

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