No debería llover cuando te dejan
Se marchó un sábado de lluvias torrenciales. Mientras ordenaba su ropa, me encerré en mi habitación y dormí muchas horas. Cuando desperté, ya era de noche... su sombra seguía haciendo maletas. Luego se despidió de los niños y sentí la puerta cerrarse.
Afuera había escampado… adentro, sin embargo, parecía que nunca iba a dejar de llover.
Se marchó un sábado de lluvias torrenciales. Mientras ordenaba su ropa, me encerré en mi habitación y dormí muchas horas. Cuando desperté, ya era de noche... su sombra seguía haciendo maletas. Luego se despidió de los niños y sentí la puerta cerrarse.
Afuera había escampado… adentro, sin embargo, parecía que nunca iba a dejar de llover.
7 comentarios:
La tormenta interna.
Qué grato leerte de nuevo.
Un abrazo.
José Roberto Coppola
mmmh más parece inviuerno que otoño esto!
un abrazo
Ufff ufff uffff, fuerte la tormenta, arrecia, y de escampar... de momento parece que no!
Muy conciso, mordaz, puntual, exacto... bingo, díste en el clavo!
Abrazotes!
De fondo debió sonar "Why always rain on me?" de Travis.
Un abrazo.
Santiago
que lindo!... es cierto que el clima acentua nuestros estados animicos.
Saludos
Es verdad...no deberia llover cuando nos dejan o cuando nos corren pero la vida no siempre es lo que uno quiere. Recordé una canción de Chabela Vargas que se llama la churrasca o algo así.
Un abrazo
Entiendo ese sentimiento, hace (quizá) un sol espléndido fuera, pero sientes que dentro llueve... y poco a poco las gotas rebosan y marchan por las mejillas no?
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