¿Recuerdan los muertos el momento de
su muerte? ¿Te acuerdas cuándo te maté?
Yo también tenía que morir, pero
gasté todo el filo del cuchillo en tus costillas. En fin, para mi bien –o mi mal,
en vista de como se dieron los hechos posteriores- no me desangré lo
suficiente. Y aquí estoy, pagando las penas por mi mala puntería, por no saber
–tú me lo repetías siempre- el lugar exacto donde habita el corazón. Ahora sí
que lo sé, porque no deja de doler. En el recoveco intercostal izquierdo, tórtolo
herido en su jaula de huesos flacos, late lento, muriéndose a goteras de muerte
larga, consciente, desesperadamente lúcido, desesperadamente cuerdo. Porque la
locura es el alivio de los amantes criminales, a mí se me ha condenado a la
cordura y el desvelo… hasta que se me desgasten las sienes.
3 comentarios:
supongo que los muertos recuerdan sus muertes igual que los vivos arrastran sus vidas y recuerdan el pasado siempre con nostalgia, ¿no?
Guau. No sé si recuerdan su muerte o sólo son los moribundos los que se permiten recordar. Pero tu relato es fantástico
Un beso
Pues es muy duro este relato, pero genial.
El corazón que late como tórtolo herido en su jaula de huesos flacos...
Todos estamos condenados, está claro! Solo que hay diferentes formas de condena.
Abrazo...sss!
Y beso...sss también!
Y gracia...sss!
;)
Publicar un comentario