19 de octubre de 2007

Y mira dónde fue a parar todo lo que se dijo

El sol marcaba algo más de las ocho. Tantos años durmiendo en la misma habitación, lo habían acostumbrado a intuir la hora en su ventana. Abandonó lentamente la cama y, sintiendo aún la otra piel en su cuerpo, caminó hasta el baño. Puso el seguro en el momento justo que su espalda se arqueaba por una fuerte convulsión. Y vomitó, vomitó mucho. Vomitó todo lo que tenía que vomitar.

Luego, casi sin fuerzas, se sentó en la bañera sin decidirse a presionar el botón que se llevaría los restos de esa última noche. Afuera, golpes y voces afligidas lo instaban a abrir la puerta, pero un incesante crepitar dentro de su cabeza no lo dejaba oír el ruido del mundo.

Casi una hora después, apretó el botón del estanque como quien jala el gatillo de un revólver y -sin despegar los ojos del fondo del escusado- vio como las metáforas, comparaciones, hipérboles, sinestesias, y cuánta figura literaria se le había ocurrido en esos casi dos años, desaparecían violentamente en el remolino del agua.

Luego, se enjuagó la boca con un desinfectante y dejó caer un delgado chorro de alcohol y babas teñido de rojo. Un adjetivo de afiladas aristas le había roto la lengua y la garganta. Volvió a tirar la cadena, respiró hondo y dijo:

-No saldré de aquí si sigues en esta casa.

Y así fue. Cuando sintió, después de largos minutos, que la puerta de entrada se cerraba, salió del baño y vio como la luz vacía de mayo entraba por la ventana. Entonces, cuando el sol marcaba una hora incierta, se echó a dormir.





15 de octubre de 2007

Cada año es un aniversario inevitable

Hace un año llovía.

Era Octubre y llovía.
Entonces, pensé

que la lluvia se equivocaba.
Era 13 aquel día, Octubre 13.
Primavera adolescente en el Sur.
Sin embargo,
ni Octubre

ni la Primavera
ni la lluvia
se equivocaban:
era Invierno.

Ha pasado un año
y cuatro inviernos;
365 vísperas inevitables.
365 deseos de vida...


365 deseos de muerte.

(Hace 365 días que escribo en este blog).-




10 de octubre de 2007

El otro hijo de Sísifo

(Foto Ana Mª Hernández)

A veces me siento cansado
y no quiero que llegue el día siguiente.
Pero el día siguiente siempre llega.

Cada día es una víspera inevitable
.

8 de octubre de 2007

Última noción de muerte

Cementerio General de Santiago
(Octubre 3 de 2007)