Malditos recovecos...
Cuentos tristes (para que parezca mentira la verdad).
15 de junio de 2011
¡DIOS!
Al fin veía claro. Al fin había resuelto la ecuación teológica que lo atormentaba desde pequeño. Y la solución estaba en la Gramática: Dios era una interjección.
Entradas más recientes
Entradas antiguas
Página Principal
Suscribirse a:
Entradas (Atom)