No debería llover cuando te dejan
Se marchó un sábado de lluvias torrenciales. Mientras ordenaba su ropa, me encerré en mi habitación y dormí muchas horas. Cuando desperté, ya era de noche... su sombra seguía haciendo maletas. Luego se despidió de los niños y sentí la puerta cerrarse.
Afuera había escampado… adentro, sin embargo, parecía que nunca iba a dejar de llover.
Se marchó un sábado de lluvias torrenciales. Mientras ordenaba su ropa, me encerré en mi habitación y dormí muchas horas. Cuando desperté, ya era de noche... su sombra seguía haciendo maletas. Luego se despidió de los niños y sentí la puerta cerrarse.
Afuera había escampado… adentro, sin embargo, parecía que nunca iba a dejar de llover.